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Proyecto MANCUERNA

Pie de foto: Proyecto MANCUERNA

Título de la noticia Proyecto MANCUERNA: El Fondo apoya la gestión integral y la gobernabilidad del agua en la cuenca del río Naranjo

Fecha de publicación de la noticia 25/07/2010 - 00:00

Categorías de la noticia Agua y saneamiento | Guatemala

Resumen de la noticia Los habitantes de la Mancomunidad de MANCUERNA, en los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango, se han unido para proteger las fuentes de agua de sus comunidades y ofrecer servicios básicos a la población. El Fondo apoya este esfuerzo con un proyecto de ampliación de cobertura de agua y saneamiento y de fortalecimiento institucional.


Contenido de la noticia

“Las mujeres tenemos una gran necesidad de este proyecto, pasamos cinco horas cada día buscando agua con nuestros niños, y ellos muchas veces se pierden la escuela." Doña Elvira, indígena Mam del municipio de San Pedro de Sacatepéquez.

En Guatemala, donde la política a menudo causa profundas divisiones sociales, la preocupación por la gestión del agua ha logrado unir a alcaldes de los más diversos colores políticos. Los regidores responsables de ocho municipios próximos a la cuenca del Río Naranjo, en la zona occidental del país, han puesto sus diferencias ideológicas de un lado para crear Mancuerna, una mancomunidad que se ha convertido en un modelo de gestión asociativa para el resto del país y donde actúa el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento.

El proyecto del Fondo en Mancuerna, vinculado al Programa de Desarrollo Local Sostenible de la AECID en Guatemala, aportará experiencia técnica y recursos para la construcción de 59 sistemas de agua potable y saneamiento destinados a las poblaciones mayoritariamente pobres, rurales e indígenas de los ocho municipios. También mejorará la gobernabilidad del agua y ayudará a sensibilizar a las poblaciones receptoras sobre el buen manejo, la conservación y la protección de los recursos hídricos. Mancuerna ejecutará el proyecto del Fondo integrándolo en otras actuaciones de la mancomunidad destinadas a mejorar la gestión integral del agua, reforzar su gobernabilidad y lograr la sostenibilidad medioambiental. Este nivel de organización es crucial en un país donde los municipios son los principales gestores de los servicios de agua y el saneamiento.

Desde lo alto de la Cumbre Felicidad, en la comunidad de Siete Tambores, se suelen avistar las microcuencas que componen la cabecera del Río Naranjo. Pero con el atardecer, la bruma se instala sobre el cerro Saquivatz, que en lengua Mam significa blanco, y lo cubre con un manto espeso.

Varios líderes comunitarios, muchos de ellos mujeres, se encuentran en la cumbre junto con alcaldes y otras autoridades. La delegación se adentra a pie en el bosque municipal. Señalando monte abajo hacia la cuenca del río Naranjo, Edilberto Fuentes, Gerente de la Mancomunidad de Mancuerna, resume la situación del agua de la región: "Esta zona todavía tiene mucha agua gracias a niveles pluviales muy altos. Podría haber agua para todos, pero no llega hasta muchas casas. Hasta hace poco no la sabíamos gestionar y se produjo mucho deterioro medioambiental. Hemos perdido muchas fuentes de agua: donde antes había ríos, ahora tenemos piedras. Dentro de unos años la población se doblará, y también la demanda de agua. Por eso es tan importante que gestionemos y repartamos bien el recurso, y que además protejamos nuestro medio ambiente."

A su lado, una mujer explica que las comunidades se han implicado en proyectos de regeneración medioambiental. Cuenta que a medida que los campesinos despejaban áreas para cultivo, los bosques comenzaron a desaparecer y las laderas verdes y escarpadas que descienden hasta el río quedaron desnudas. Pero añade que ahora, con el programa comunitario de reforestación de Mancuerna, toda la población -- colegiales, jóvenes, ancianos -- planta árboles. El bosque vuelve a crecer.

Las mujeres, principales afectadas

Para llegar a Agua Tibia, en la aldea de Santa Teresa (San Pedro de Sacatepéquez), hay que dejar el coche y avanzar a pie por un camino de tierra. Compuesta por campesinos que viven de sus pequeños cultivos, es una de las comunidades receptoras de las ayudas del Fondo. Alejados de las fuentes de agua, sus habitantes podrán disponer de agua potable y sistemas de tratamiento de aguas servidas y deshechos para sus viviendas. También recibirán capacitación para el buen uso de los recursos y para la protección de su entorno natural.

A la entrada de las casas, las familias guardan el agua que recolectan en barriles oxidados. Tímidamente, los habitantes se presentan a sus visitantes. Explican que la familia de la vivienda contigua no puede acudir porque su hija de 16 años acaba de fallecer tras sufrir vómitos y diarrea. Una mujer llamada Doña Elvira toma la palabra en la lengua Mam. "Este proyecto es muy importante sobre todo para nosotras las mujeres," cuenta con voz suave. "En época de lluvias intentamos recoger el agua que cae en los tejados. Pero cuando no llueve, tenemos que caminar unas seis horas para traer agua del río. A veces tenemos que hacer hasta ocho viajes en un mismo día. Y no nos alcanza el tiempo para cuidar bien de nuestras familias."

"A veces los niños nos tienen que ayudar a traer agua y pierden tiempo de estar en la escuela," añade Doña Elvira. "No pueden hacer sus tareas, y al siguiente año tienen que repetir curso. También se nos enferman mucho, porque el agua está contaminada. Muchas veces tienen diarrea o vómitos. Y para limpiar la casa o bañarnos tenemos mucha dificultad."

William Fuentes, alcalde de San Antonio Sacatepéquez además de guarda forestal y bombero, explica que las cuencas de los ríos se contaminan con aguas residuales, basura y pesticidas que algunos campesinos emplean de manera indiscriminada. "La idea de los proyectos de agua potable y saneamiento es ampliar los servicios básicos, pero también educar a la gente en la protección y la conservación, que comprenda el efecto que tienen sus acciones sobre su entorno," explica. "Procuramos además que los servicios sean sostenibles y estén al alcance de todos, incluyendo los más pobres. El Comité de Agua ajusta las tarifas a las posibilidades económicas de las comunidades, en base a los ingresos familiares. Esto es importante porque muchas familias sobreviven con un dólar al día."

Un proyecto vinculado al desarrollo sostenible

Los proyectos de desarrollo sostenible y de protección medioambiental de la Cooperación Española son visibles por toda la mancomunidad. Mancuerna dispone de oficinas y personal capacitado para gestionar servicios públicos, desarrollo comunitario, actividades medioambientales y planificación municipal. Tras una merienda comunitaria en el salón municipal de San Antonio, varios niños recogen las mesas y separan los deshechos entre contenedores de reciclaje de colores diferentes. Los camiones de basura y de reciclaje, con logotipo de la AECID, anuncian su llegada a las comunidades con una canción sobre la protección del medio ambiente.

Carteles plantados en carreteras y caminos anuncian proyectos de cultivo y comercio sostenible de papa, de disminución de riesgos, de educación medioambiental, de capacitación para mujeres líderes. En la escuela de San Carlos, que cuenta con un relleno sanitario nuevo, el profesor Carlos Fuentes explica que en clase de ciencias sus alumnos aprenden a cuidar el medio ambiente de la mano de Gotita de Agua, el personaje de sus libros de texto, y a producir abono con los deshechos orgánicos.

Edilberto Fuentes, el Gerente de Mancuerna, resume la importancia del agua para su comunidad. "El agua nos ha unido, nos ha permitido organizarnos en torno a un recurso vital sin que intervengan las diferencias políticas. El agua nos ayuda a ordenar todos nuestros asuntos; en nuestras reuniones de agua resolvemos casi todo lo demás. Nuestro modelo es tan exitoso que otras municipalidades del país se nos han acercado para ver si lo pueden reproducir. Nosotros les animamos a que lo hagan porque la acción en solitario no funciona: el agua es de todos, y juntos la gestionamos mucho mejor."