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Como cada 20 de noviembre celebramos el Día Internacional de la Infancia, que sirve para conmemorar dos aniversarios fundamentales para los derechos de las niñas, niños y adolescentes: la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN, 1989).

La CDN supuso un salto cualitativo como primera ley internacional para los derechos de la infancia, estableciendo a lo largo de sus 54 artículos que las niñas, niños y adolescentes son individuos con derecho a un desarrollo pleno —psicofísico y social— y a expresar libremente sus opiniones. Igualmente, la Convención fijó los 4 principios clave en relación con los derechos de la infancia: principio de no discriminación; principio del interés superior del niño; derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; y derecho de la infancia a expresar sus opiniones y a ser tenidos en cuenta.

A pesar de los notables avances durante las dos últimas décadas, son todavía muchos los ámbitos pendientes de mejora: más de 5 millones de niños y niñas siguen muriendo anualmente por causas que se pueden prevenir; el número de niñas y niños en situación de trabajo infantil ha aumentado a 160 millones en todo el mundo; en 2020 más de 17 millones de niños y niñas no habían recibido ninguna vacuna; en ese  mismo año 13,6 millones de niños y niñas sufrían desnutrición aguda severa, 45 millones desnutrición aguda moderada y 149 millones desnutrición crónica; en 2023 alrededor de 261 millones de niñas, niños y adolescentes siguen privados de acceso a la educación; y un largo etcétera.

COMPROMISO DE LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA CON LA INFANCIA

La Cooperación Española mantiene un firme compromiso con la defensa y promoción de los derechos de la infancia, como quedó patente en la Ley 1/2023, de 20 de febrero, de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global al incluir entre sus principios básicos los “derechos de la infancia como elemento transversal de la cooperación española, la inversión en la infancia y adolescencia, en sus capacidades y participación activa, con enfoque de género, como vía necesaria para acabar con el ciclo de la pobreza y la desigualdad (…)”.

Asimismo, se cuenta con herramientas fundamentales como la Estrategia de Infancia de la Cooperación Española (2015), que proporciona las líneas estratégicas para garantizar los derechos de la infancia en distintos sectores de la cooperación, o la Estrategia de Acción Humanitaria de la Cooperación Española 2019-2026, que se alinea con la anterior para asegurar la protección de las niñas, niños y adolescentes en cualquier intervención en contextos de emergencia y crisis humanitaria.  

Desde la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) trabajamos con distintos organismos internacionales en el ámbito de la infancia, especialmente con el Fondo de NNUU para la Infancia (UNICEF). El apoyo de la AECID a UNICEF se centra en las líneas específicas de inclusión social, discapacidad y políticas públicas, así como en innovación a través del Frontier Data Network (FDN), red para el desarrollo de tecnologías para apoyar el desarrollo social y la respuesta humanitaria. En el ámbito específico de la acción humanitaria, se apoyan intervenciones para garantizar el derecho a la salud, a la nutrición infantil y a la educación.

DERECHOS DE LA INFANCIA EN SITUACIONES DE CRISIS HUMANITARIA

Durante los conflictos y las situaciones de violencia armada, las niñas, los niños y adolescentes están en riesgo extremo de sufrir todas o alguna de las seis graves violaciones contra niñas y niños en tiempos de guerra que señala Naciones Unidas: asesinato y la mutilación, reclutamiento o la utilización como soldados, violencia sexual, secuestro, ataques contra escuelas y hospitales y denegación de acceso humanitario.

Gaza, Sudán, Ucrania, entre muchos otros, son lamentables ejemplos del cruel impacto de la guerra en la infancia, afectando en formas y porcentajes muy diferenciados a niñas y a niños. Ellas están más expuestas a la explotación sexual, el abuso, a otras formas de violencia basada en género durante los conflictos y a que los ataques en la escuela o en el camino hacia ella tenga graves consecuencias en su educación y en su futuro.  

Hoy, 20 de noviembre de 2024, 35 años después de que la comunidad internacional adoptase la Convención de derechos del niño, abogamos por su escrupuloso respeto y por el cumplimiento del derecho internacional humanitario.

Desde la Cooperación Española, en el marco de la Estrategia Española de Diplomacia Humanitaria, apoyamos el mandato de la Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para los/as Niños/as y los Conflictos Armados y la labor del Mecanismo de Investigación e Información sobre las graves violaciones contra niñas y niños. Desde la AECID agradecemos a todos nuestros socios su imprescindible labor de apoyo a la infancia durante los conflictos. UNICEF y organizaciones de la sociedad civil especializadas son fundamentales para garantizar los derechos de niñas y niños en los contextos más frágiles del mundo.